El fin de una relación | No te conozco

Estoy conmocionado, se acabó. Fue tan maravilloso, tan hermoso, un tiempo variado, como nunca antes en mi vida. Me encantó. Cómo te sigo queriendo.

Pero también ha llegado la hora de la verdad. La sobriedad de la vida. Mucho no es glorioso, la variedad también puede ser estresante.

Cuando conoces a tu pareja, salen a la luz cosas para las que no estabas preparado. No sólo tu pareja tiene estas profundidades, tú también te das cuenta de repente de todo lo que aún dormita en tu interior.

Sólo quiero volver a puerto seguro. Llevo meses en el mar, he visto y aprendido mucho, estoy muy agradecido, pero ahora toca volver a preparar el barco y quizás volver a viajar por el mundo dentro de unos años, pero por ahora el descanso y la concentración es el impulso, lo único que cuenta.

Le di las gracias a mi padre por todo, le pedí perdón por no poder continuar esta relación, le pedí perdón por todos los errores que pasaron y que no puedo ir por la vida con una de sus hijas. 

Y ahí está, no oigo de repente las palabras, no te conozco. 

Increíble, tú que rezabas todos los días, como nadie que yo haya visto rezar así. 

En mi oración el espíritu que percibo me dice, no te conozco. 

Impresionante, ¿es la frase simplemente importante para mí, desde mi perspectiva? 

Espero lo mejor para ella y que se recupere. 

Sin embargo, mi oración me preocupa un poco por ti. 

Gracias por el tiempo que pasamos juntos. Que ambos nos liberemos rápido y que la próxima vez lo hagamos mejor. 

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