Leer en el Libro de la Vida

En los momentos de adversidad, cuando la vida nos golpea con fuerza, es importante centrarse en lo positivo y seguir adelante con cuidado. Es importante no quedarse quieto. Mientras nos levantemos más veces de las que nos caemos, estaremos en el buen camino.

Ya no hay que centrarse en el pasado, sino en lo esencial. Esta es una forma de salir de los tiempos difíciles. En situaciones difíciles, es sensato actuar de esta manera.

Como dice la Biblia: "Deja la cizaña y ocúpate primero de la cosecha, de las plantas". Sólo cuando el fruto está maduro debemos prestar atención a la cizaña. La atención se centra primero en cuidar el fruto.

En otras palabras, centrémonos en lo positivo. En cuanto tengamos energía y fuerzas suficientes, podremos centrar nuestra atención en las preocupaciones menores. Existen excepciones cuando lo negativo tiene un impacto agudo. Aquí me refiero a la negatividad cotidiana, que a menudo puede desatenderse porque escapa a nuestro control.

Una vez que nos hemos estabilizado centrándonos en lo positivo, empezamos a leer el "libro de la vida". Si te preguntas si no hay nada positivo en tu vida, es posible que tengas una gran ilusión.

Nuestra naturaleza tiende a reaccionar inicialmente con miedo ante las cosas nuevas. Aunque el miedo puede protegernos del peligro, puede tener un efecto paralizante en la vida cotidiana. Este miedo es una herramienta sin inteligencia racional. Se limita a comparar lo existente con lo nuevo. Si reprimimos este miedo, acabamos perjudicándonos a nosotros mismos. El truco está en utilizar lo que es útil y percibir y procesar lo que es exagerado para que no nos perjudique.

Piensa en el miedo como en la oscuridad: sólo iluminas las zonas importantes con una linterna. El factor decisivo es cómo sostienes la linterna.

Empieza a buscar lo bueno y a practicar la gratitud cada día. He aquí algunas ideas: Puedes estar sano, vivir en uno de los mejores países del mundo, ser capaz de tomar tus propias decisiones y emprender tus propias acciones. Aunque algunos de estos puntos no sean ciertos, todo el mundo puede encontrar algo por lo que estar agradecido.

Al practicar la gratitud, cambias tu enfoque del miedo natural a la vida. Te sorprenderá el efecto de esta actitud: ésta es la verdadera realidad, no el miedo natural que a menudo se descontrola, sobre todo en los países modernos.

Con la gratitud en el centro, poco a poco ganarás la fuerza para leer el libro de la vida. 

Puedes echar la vista atrás y darte cuenta de lo que ya has aprendido, de cuántas veces la vida ha sido amable contigo, de cómo te has enriquecido y de cómo has llegado hasta aquí.

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